El verano de mi vida tiene la forma de una tienda de campaña y el gusto de un beso seco de labios cortados por el sol y que saben a mar. Es manta y pipas en el cine de las estrellas fugaces que dejan su efímero trazo, como una firma, en el cielo.
Tras cuatro décadas y en un mundo de servicios global, conectado y veloz en todos sus sentidos, el impacto de las interacciones humanas en el valor que las organizaciones colocan en el mercado es aún más determinante. El vínculo organizacional busca ser restituido por los departamentos de personas desde el bienestar y la experiencia satisfactoria del empleado a pesar de que ambas no sean, ni impliquen necesariamente lo mismo.