Asuntos Internos 

Los antiguos departamentos de recursos humanos, ahora de personas y antes de personal, llevan casi un lustro en un viaje de transición hacia el nuevo papel que el entorno socioeconómico les demanda. Hasta hace poco, al menos a ojos de algunos, eran vistos como Asuntos Internos; ese departamento que, a pesar de su buena voluntad, siempre sale mal retratado en las películas policiacas americanas porque solo aparecen cuando alguien ha metido la pata. Hoy en día, quien más quien menos, sabe que el mayor reto de un departamento de personas es convertirse en el verdadero responsable del desarrollo humano de una organización.

En el camino para alcanzar este objetivo es importante no quedarse atrapado en una idea simple de bienestar. El desarrollo humano de una organización va más allá de la generación de emociones positivas. En realidad, tiene más que ver con el desarrollo de recursos duraderos.

Algunas ideas claves
  • El bienestar no debería ser tan solo un medio para alcanzar mejores resultados sino un fin en sí mismo.
  • Al bienestar se llega al mejorar las condiciones laborales y del entorno, pero también desarrollando los recursos y habilidades psicoemocionales de las personas, que son el verdadero escudo contra la infelicidad.
  • La sostenibilidad no solo es una manera de relacionarnos con nuestro planeta, también es una forma de crear relaciones con las personas que construyen una organización. Una relación así no es tóxica ni contaminante ni está basada en un intercambio de residuos.
  • Si nos gusta pensar en sostenibilidad de relaciones personales es mejor fomentar el desarrollo de habilidades que de competencias. Las primeras valen para el trabajo y para la vida (resiliencia, resistencia, gestión emocional, empatía…), las segundas dependen en muchos casos de la visión de cada organización y de la descripción de cada puesto de trabajo.
  • Los departamentos de personas deben conocer a las personas a las que sirven. Invertir en datos (People Analytic) es una forma de reducir la subjetividad y ampliar el conocimiento real sobre habilidades relevantes para la persona y para el negocio.
  • Lo que no se dice no existe, lo que no se mide, tampoco. Abordar un programa de desarrollo implica medir el resultado obtenido, por ejemplo, Inteligencia Emocional. Sentirnos muy bien es fantástico, pero eso no nos dice si el resultado es un estado pasajero o si ha incrementado nuestro set de habilidades.

Incorporar datos a los departamentos de personas les habilita para transformarse en departamentos estratégicos porque les permite realizar una gestión más objetiva, científica y eficiente del capital positivo de una organización. Es decir, de su desarrollo humano. El 2022 es un buen año para empezar.

José Antonio Gutiérrez:

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