Incorporar datos a los departamentos de personas les habilita para transformarse en departamentos estratégicos porque les permite realizar una gestión más objetiva, científica y eficiente del capital positivo de una organización. Es decir, de su desarrollo humano.
Las organizaciones necesitan, más que nunca, desarrollar talento y establecer lazos emocionales con sus empleados para construir un sistema capaz de hacer frente a los desafíos que tienen ante sí. La ventaja competitiva de esta década no está en buscar líderes sobresalientes, sino en construir y desarrollar un sistema inteligente, emocionalmente competente y con los recursos individuales suficientes para solucionar problemas complejos de manera creativa y cooperativa.
Las tradicionales assessments de objetivos y desempeño quedan obsoletos sin cruzarlos con la información relativa al capital psicológico personal. Y una medición moderna incluye fuentes primarias, habilidades y recursos personales y no solo experiencia laboral, de ahí que sea fundamental abrir la puerta al Big Data en los departamentos de personas.
El verano de mi vida tiene la forma de una tienda de campaña y el gusto de un beso seco de labios cortados por el sol y que saben a mar. Es manta y pipas en el cine de las estrellas fugaces que dejan su efímero trazo, como una firma, en el cielo.
Tras cuatro décadas y en un mundo de servicios global, conectado y veloz en todos sus sentidos, el impacto de las interacciones humanas en el valor que las organizaciones colocan en el mercado es aún más determinante. El vínculo organizacional busca ser restituido por los departamentos de personas desde el bienestar y la experiencia satisfactoria del empleado a pesar de que ambas no sean, ni impliquen necesariamente lo mismo.
El nacimiento de la industria 4.0 y la necesidad de nuevas competencias pueden acabar de cambiar las reglas de juego del mercado de la formación. No solo hay que digitalizar la enseñanza, es otra cosa…
A veces, detrás de los rankings, se ocultan poderosos insights que perviven en el tiempo y que están tan arraigados culturalmente que son extraordinariamente difíciles de detectar y de modificar y, que, sin embargo, pueden ayudarnos a entender….